Misa de Envío
CÂNTICO DE ENTRADA
Este é o meu Filho muito amado, muito amado
Em quem pus o meu enlevo, em quem pus o meu enlevo, o meu enlevo: escutai-o
The Lord reigneth, let the earth rejoice, let the multitude of isles be glad there
of Clouds and thick darkness are round about him,
righteousness and justice are the foundation of his throne
O fogo avança diante dele e devora em redor os seus inimigos
Os seus relâmpagos iluminam o mundo, a terra vê-os e estremece
The hills melted like wax at the presence of the Lord
At the presence of the Lord of the whole earth
The heavens proclaim his righteousness, and all the peoples of the earth see his glory
A luz resplandece para os justos e a alegria para os corações rectos
Alegrai-vos, ó justos, no Senhor e louvai o seu nome santo
Este é o meu Filho muito amado, muito amado
Em quem pus o meu enlevo, em quem pus o meu enlevo, o meu enlevo: escutai-o
El Santo Padre:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R/. Amén.
El Santo Padre:
La paz esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
ACTO PENITENCIAL
El Santo Padre:
Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados.
El Santo Padre:
Confesamos nuestros pecados.
Todos dicen en común:
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
El Santo Padre:
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.
KYRIE
V. Kýrie, eléison.
R. Kýrie, eléison.
V. Christe, eléison.
R. Christe, eléison.
V. Kýrie, eléison.
R. Kýrie, eléison.
GLORIA
Glória in excélsis Deo
et in terra pax homínibus bonae voluntátis.
Laudámus te, benedícimus te, adorámus te, glorificámus te,
grátias ágimus tibi propter magnam glóriam tuam,
Dómine Deus, Rex cæléstis, Deus Pater omnípotens.
Dómine Fili unigénite, Iesu Christe,
Dómine Deus, Agnus Dei, Fílius Patris,
qui tollis peccáta mundi, miserére nobis;
qui tollis peccáta mundi, súscipe deprecatiónem nostram.
Qui sedes ad déxteram Patris, miserére nobis.
Quóniam tu solus Sanctus, tu solus Dóminus, tu solus Altíssimus, Iesu Christe, cum Sancto Spíritu: in glória Dei Patris. Amen.
ORACIÓN COLECTA
El Santo Padre:
Oremos.
Oh, Dios,
que en la gloriosa Transfiguración de tu Unigénito
confirmaste los misterios de la fe
con el testimonio de los que lo precedieron
y prefiguraste maravillosamente
la perfecta adopción de los hijos,
concede a tus siervos que,
escuchando la voz de tu Hijo amado,
merezcamos ser sus coherederos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
R/. Amén.
PRIMERA LECTURA
Dn 7, 9-10.13-14
Lector:
Lectura da Profecia de Daniel
Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.
Verbum Domini.
R/. Deo Gratias
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 96 (97), 1-2.5-6.9 e 12
R/. El Señor reina, Altísimo sobre toda la tierra
El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono. R/.
Los montes se derriten como cera ante el Señor,
ante el Señor de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.
Porque tú eres, Señor,
Altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses. R/.
SEGUNDA LECTURA
2 Pd 1, 16-19
Lector:
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro
Queridos hermanos:
No nos fundábamos en fábulas fantasiosas cuando os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino en que habíamos sido testigos oculares de su grandeza.
Porque él recibió de Dios Padre honor y gloria cuando desde la sublime Gloria se le transmitió aquella voz:
«Este es mi Hijo amado, en quien me he complacido».
Y esta misma voz, transmitida desde el cielo, es la que nosotros oímos estando con él en la montaña sagrada.
Así tenemos más confirmada la palabra profética y hacéis muy bien en prestarle atención como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y el lucero amanezca en vuestros corazones.
Verbum Domini.
R/. Deo Gratias
ALELUYA
cf. Mt 17, 5c
Aleluya.
Este es mi Hijo muy amado, dice el Señor, en quien tengo puestas todas mis complacencias; escuchadlo.
Aleluya.
EVANGELIO
Mt 17, 1-9
O Diácono: Dominus vobiscum
R/. Et cum spiritu tuo.
Lectio sancti Evangelii secundum Matthaeum.
R/. Gloria tibi, Domine.
En aquel tiempo, Jesús toma consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con Él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: «Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: «Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle». Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo. Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: «Levantaos, no tengáis miedo». Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo. Y cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos».
Verbum Domini.
R/. Laus tibi, Christe.
HOMILÍA
CREDO
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
ORACIÓN UNIVERSAL
El Santo Padre:
Hermanos y hermanas en Cristo,
invoquemos a Dios nuestro Padre,
que nos reveló la divinidad de su Hijo amado
y nos dijo que lo escucháramos, cantando con alegría:
R/. Lord, fill us with your light.
Lector 1: Por la Iglesia, pueblo santo de Dios: para que el ejemplo de María, primera discípula y misionera del Evangelio, sea para la humanidad un testimonio de fe luminosa y transparente, y germen fecundo de unidad y de esperanza,
oremos. R/.
Lector 2: Por el Papa Francisco y todos los ministros del Evangelio: para que encontrando la belleza transformadora del Señor Jesús transfigurado, puedan compartir valientemente el don de su amor con aquellos que aún no lo conocen,
oremos. R/.
Lector 3: Por los hombres y mujeres que gobiernan nuestra sociedad: para que, dejándose transfigurar por Jesús, puede contribuir con su vida para construir una sociedad más fraterna, en el que prevalezca la justicia, la verdad y la paz,
oremos. R/.
Lector 4: Por todos los enfermos, desempleados, marginados o en situación de dificultad: para que el Espíritu Santo que consuela y transforma los corazones, les ayude a crecer en la fe, la esperanza y la caridad, y encuentren consuelo en la solicitud amorosa de los hermanos,
oremos. R/.
Lector 5: Por los pueblos martirizados por la violencia y la guerra: para que el mundo acoja la paz de Dios y elija siempre el camino del diálogo y el perdón en lugar del conflicto y el odio,
oremos. R/.
Lector 6: Por los jóvenes que participan en la Jornada Mundial de la Juventud: para que escuchando el Evangelio y fascinados por la belleza del Señor Jesús, se dediquen a la construcción de su propio futuro, llevando esperanza y alegría a la Iglesia y al mundo,
oremos. R/.
Lector 7: Por todos nosotros aquí reunidos para celebrar la Eucaristía: para que confiados coragiosamente en la palabra de Dios y fortalecidos por el Pan de Vida, seamos levadura de luz y esperanza en medio de nuestros hermanos.
oremos. R/.
El Santo Padre:
Acoge, oh Padre, nuestra oración,
e ilumínanos con la luz de tu monte santo,
para que viendo el esplendor de tu rostro
y escuchando la voz de tu Hijo,
seamos configurados plenamente con Él,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén
CANTO DE OFERTÓRIO
Guia nossos passos para a montanha, a montanha do teu silêncio,
A montanha do teu perdão: o monte santo da nossa espera
Guide our steps, Lord, so we may find you, so we find you in your Word,
So we find you in love and justice, glad tidings brought by your prophet
Guide nos pas vers le grand amour, l’amour qui sèche les larmes,
L’amour qui élève le pauvre: l’amour qui n’est que ta bonté
Guia nossos passos para a missão, a missão que nos abre ao tempo,
A missão que renova o mundo: fermento novo que nos acorda
Guide our steps, Lord, to your day. On your day, we begin all over,
On your day we find each other, a celebration that sets us free
ORACiÓN SOBRE LAS OFRENDAS
El Celebrante:
Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
R/. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
El Celebrante:
Te rogamos, Señor, que santifiques
la ofrenda que te presentamos
en la gloriosa Transfiguración de tu Unigénito
y que, con los resplandores de su luz,
nos limpies de las manchas de los pecados.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén
PREFACIO
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
El cual manifestó su gloria
delante de unos testigos predilectos,
y revistió con gran esplendor
la figura de su cuerpo semejante al nuestro,
para arrancar del corazón de los discípulos
el escándalo de la cruz
y manifestar que,
en el cuerpo de la Iglesia entera,
se cumplirá lo que, de modo maravilloso,
se realizó en su Cabeza.
Por eso,
con las virtudes del cielo
te aclamamos continuamente en la tierra
alabando tu gloria sin cesar:
SANCTUS
Sanctus, Sanctus, Sanctus
Dóminus Deus Sábaoth.
Pleni sunt cæli et terra glória tua.
Hosánna in excélsis.
Benedíctus qui venit in nómine Dómini.
Hosánna in excélsis.
El Celebrante:
Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad;
(Reunidos en tu presencia,
en comunión con toda la Iglesia,
mientras celebramos el primer día de la semana,
en la cual nuestro Señor Jesucristo resucitó de entre los muertos,
Te suplicamos humildemente:)
El Celebrante e los concelebrantes:
Por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu,
de manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y + la Sangre de Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado a su pasión, voluntariamente aceptada,
tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:
tomou o cálice, dando graças Vos bendisse
e deu-o aos seus discípulos, dizendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
El Celebrante:
Éste es el Misterio de la fe.
R/. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
El Celebrante e los concelebrantes:
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Un concelebrante:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y con el Papa Francisco, con nuestro Patriarca Manuel,
y todos los pastores que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
Otro concelebrante:
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.
El Celebrante e los concelebrantes:
Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
PATER NOSTER
El Celebrante:
Llenos de alegría por ser hijos de Dios,
digamos confiadamente la oración que Cristo nos enseñó:
Pater noster, qui es in caelis:
sanctificétur nomen tuum;
advéniat regnum tuum;
fiat volúntas tua, sicut in caelo, et in terra.
Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie;
et dimítte nobis debita nostra,
sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris;
et ne nos indúcas in tentatiónem;
sed líbera nos a malo.
El Celebrante:
Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
R/. Tuyo es el reino, Tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor.
El Celebrante:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles: «La paz os dejo, mi paz os doy», no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y conforme a tu palabra concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
El Celebrante:
La paz del Señor esté siempre con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
El Diácono:
Como hijos de Dios, intercambiad ahora un signo de comunión fraterna.
AGNUS DEI
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi: miserére nobis.
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi: miserére nobis.
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi: dona nobis pacem.
El Celebrante:
dichosos los invitados
al banquete del Reino de los Cielos
Éste es el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo.
R/. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
CANTOS DE COMUNIÓN
Pão do céu, pão de Deus, vida em mim, és Senhor Jesus
No caminho da vida és o pão que dá força e luz
Quem comer deste pão viverá por mim, quem deste vinho beber viverá no amor,
E feliz reinará com o seu Senhor
Ô Seigneur, bon berger, tu es la lumière de la vie
Qui te suit n’est pas seul et jamais va s’égarer
Ni la vie, ni la mort, ni aucun pouvoir, ne pourront le séparer de son amour:
Vers la vie éternelle il s'élèvera
Pão do céu é o maná que nos dás com sabor a ti
És a força que alenta o nosso peregrinar
Quem tem sede há-de em ti encontrar a fonte da alegria sem fim e da tua paz,
E brotará dele um rio de água viva
¿A quién vamos, Señor? Eres Tu el Santo de Dios!
Las palabras, Señor, que nos das son de vida eterna
Quién te sigue no se perderá en la noche oscura o en valles de soledad,
Pues tendrá luz de vida verdadera!
Dios mío sondea me para conocer mi corazón;
Guíame por el camino eterno
If I take the wings of the morning, and settle at the farthest limits of the sea,
even there your hand shall hold me fast
A palavra ainda me não chegou à boca, já a conheces na perfeição
Por todos os lados me envolves e sobre mim colocas a tua mão
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
El Santo Padre:
Oremos.
Que el alimento celestial que hemos recibido, Señor,
nos transforme en imagen de tu Hijo,
cuya claridad has querido manifestarnos
en su gloriosa Transfiguración.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
ANGELUS
O Santo Padre :
Angelus Dómini nuntiávit Maríæ.
R/. Et concépit de Spíritu Sancto.
Ave María, grátia plena, Dóminus tecum,
benedícta tu in muliéribus
et benedíctus fructus ventris tui, Iesus.
R/. Sancta María, Mater Dei,
ora pro nobis peccatóribus,
nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
Ecce, ancílla Dómini.
R/. Fiat mihi secúndum verbum tuum.
Ave María... R/. Sancta María...
Et Verbum caro factum est.
R/. Et habitávit in nobis.
Ave María...
R/. Sancta María...
Ora pro nobis, sancta Dei Génetrix.
R/. Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.
O Santo Padre:
Orémus.
Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,
méntibus nostris infúnde,
ut qui, Ángelo nuntiánte,
Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus,
per passiónem eius et crucem
ad resurrectiónis glóriam perducámur.
Per eúmdem Christum Dóminum nostrum.
R/. Amen.
Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto. (3 vezes)
R/. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper,
et in sǽcula sæculórum. Amen.
Pro fidélibus defúnctis:
Réquiem ætérnam dona eis, Dómine.
R/. Et lux perpétua lúceat eis.
Requiéscant in pace.
R/. Amen.
El Santo Padre:
El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
El Santo Padre:
Bendito sea el nombre del Señor
R/. Ahora y por siempre.
El Santo Padre:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
R/. Que hizo el cielo y la tierra.
El Santo Padre:
La bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo, y Espíritu descienda sobre vosotros.
R/. Amén.
El diácono:
Id y proclamad el Evangelio del Señor.
R/. Demos gracias a Dios.