Un Vía Crucis por las Fragilidades de los jóvenes
Eran poco después de las cinco de la tarde, hora de Lisboa, cuando el Santo Padre salió de la Nunciatura Apostólica de Lisboa e inició el recorrido hasta la Colina do Encontro (Parque Eduardo VII).
A lo largo del recorrido, transportado en papamóvil, el Papa Francisco fue acogido por una enorme multitud que bordeaba las avenidas, saludándolo con el ya tradicional: “Esta es la juventud del Papa”.
En la Colina do Encontro, el Papa Francisco fue recibido entusiastamente, por muchos peregrinos presentes.
Hacia las 18.15, el ambiente efusivo, provocado por la presencia y el paso del Sumo Pontífice dio paso al silencio y al recogimiento que ayudó a crear el canto de “The Power of the Cross” de Keith Getty & Stuart Townend.
La interpretación de este y los demás cánticos corrió a cargo de una parte del Coro de Cámara de la Orquesta de la Jornada Mundial de la Juventud 2023, constituido por 62 cantantes.
El coro también estuvo acompañado por el Singing Hands Project, un grupo de seis personas con deficiencia auditiva que adaptaron los cantos del Vía Crucis a las personas con deficiencia auditiva.
Para este Vía-Crucis, se consultó a 20 jóvenes de los cinco continentes que forman parte del “Consejo Internacional de la Juventud” quienes, partiendo de las heridas y fragilidades que afectan a los jóvenes de hoy, escogieron las 14 estaciones, representativas de los últimos momentos de la vida terrena de Jesucristo. Cada una de las estaciones fue asociada a una fragilidad de la juventud.
Esta adaptación tuvo como objetivo crear un profundo y conmovedor ambiente de oración, en el cual, los presentes pudieran reconocer la fuerza y la motivación que pueden recibir de Jesús en todos sus momentos de la vida, ya sean buenos o malos.
En una puesta en escena audaz e innovadora, interpretada por el Ensemble23, la Cruz se trasladó de estación en estación en un recorrido vertical que pretendía interpretar coreográficamente las fragilidades de los jóvenes.
Este recorrido vertical de la Cruz simboliza también el camino al Cielo para todos los que siguen a Cristo y lo acompañan en el camino de la Cruz.
La puesta en escena fue enriquecida gráficamente por 14 paneles, obra del padre jesuita Nuno Branco, que se desplegaban en las paredes del escenario a medida que las Estaciones se anunciaban.
Al final, antes de abandonar el recinto, Francisco bendijo a la multitud aún conmovida entre muchos aplausos, seguido de una interpretación de “This I Believe (The Creed)”, de Hillsong Worship, cantada por Salvador Seixas.