Antes, Angola, Polonia y España van a acoger también la Cruz y el Icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani

Entre noviembre de 2021 y julio de 2023, los símbolos de la JMJ peregrinarán por las 21 diócesis de Portugal, anunciando el mayor encuentro de jóvenes del mundo que tendrá lugar el verano de 2023. Van a estar durante un mes en cada diócesis y el itinerario propuesto es el siguiente:

Noviembre 2021        Diócesis del Algarve

Diciembre de 2021     Diócesis de Beja

Enero 2022                 Diócesis de Évora

Febrero 2022              Diócesis de Portalegre- Castelo Branco

Marzo de 2022           Diócesis da Guarda

Abril de 2022              Diócesis de Viseu

Mayo de 2022            Diócesis de Funchal

Junio de 202               Diócesis de Angra

Julio de 2022              Diócesis de Lamego

4 al 7 agosto 2022      Peregrinación Europea de Jóvenes en Santiago de Compostela 

Agosto de 2022          Diócesis de Bragança-Miranda 

Septiembre de 2022   Diócesis de Vila Real

Octubre de 2022        Diócesis de Porto

Noviembre de 2022   Diócesis de Setúbal

Diciembre de 2022     Diócesis de Forças Armadas e Segurança

Enero de 2023            Diócesis de Viana do Castelo

Febrero de 2023         Diócesis de Braga

Marzo de 2023           Diócesis de Aveiro

Abril de 2023              Diócesis de Coimbra

Mayo de 2023            Diócesis de Leiria-Fátima

Junio de 2023              Diócesis de Santarém

Julio de 2023              Diócesis de Lisboa

Antes de la peregrinación por las diócesis portuguesas, la Cruz Peregrina y el Icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani peregrinarán por Angola entre el 8 de julio y el 15 de agosto de 2021, y por España entre septiembre y octubre de este año, y también por Polonia, en fecha a anunciar.

Entre el 4 y el 7 de agosto de 2022, la Cruz y el icono de Nuestro Señora Salus Populi Romani, símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud, van a estar en la Peregrinación Juvenil Europea en Santiago de Compostela.

Los símbolos de la JMJ

La Jornada Mundial de la Juventud tiene dos símbolos que la acompañan y representan: la Cruz Peregrina y el icono de Nuestra Señora, Salus Populi Romani. En los meses que preceden a cada JMJ, los símbolos peregrinan para anunciar el Evangelio y acompañar a los jóvenes, sobre todo, en las situaciones que viven.

El 22 de noviembre de 2020, durante la Misa de la Solemnidad de Cristo Rey presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro en Roma, una delegación de jóvenes de Portugal recibió los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud de manos de los jóvenes de Panamá, ciudad que acogió la última JMJ.

La Cruz Peregrina

De 3,8 metros de altura, la Cruz Peregrina (construida para el Año Santo en 1983) fue confiada por Juan Pablo II a los jóvenes el Domingo de Ramos de 1984, para que la llevaran por todo el mundo. Desde entonces, la Cruz Peregrina de madera ha iniciado una peregrinación que la ha llevado a los cinco continentes y a casi 90 países. Se ha visto como un verdadero signo de fe.

Se ha transportado a pie, en barco e incluso con medios poco habituales como trineos, grúas o tractores. Ha atravesado la selva, ha visitado iglesias, centros de detención de menores, cárceles, escuelas, universidades, hospitales, monumentos y centros comerciales. A lo largo del camino se ha enfrentado a muchos obstáculos: desde huelgas de aerolíneas hasta dificultades de transporte, como no poder viajar por no caber en ninguno de los aviones disponibles.

Se ha establecido como un signo de esperanza en lugares especialmente sensibles. En 1985 estuvo en Praga (actual República Checa) en un momento en que Europa estaba dividida por la Cortina de Hierro, convirtiéndose allí en un signo de comunión con el Papa. Poco después del 11 de septiembre de 2001, viajó a la Zona Cero, en Nueva York, donde se produjeron los atentados terroristas que mataron a casi 3.000 personas. También pasó por Ruanda, en 2006, después de que el país fuera asolado por la guerra civil.

El icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani

Desde el año 2003, la Cruz Peregrina va acompañada del icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani, que representa a la Virgen María con el Niño en brazos. Este icono también fue instaurado por el Papa Juan Pablo II como símbolo de la presencia de María entre los jóvenes. Con 1,20 metros de altura y 80 centímetros de ancho, el icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani está asociado a una de las devociones marianas más populares de Italia. Es una antigua tradición llevarla en procesión por las calles de Roma para alejar el peligro y la desgracia o para acabar con las plagas. El icono original se encuentra en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma y es visitado por el Papa Francisco, que reza allí y deja un ramo de flores antes y después de cada viaje apostólico.