Llegado a Lisboa, el Papa Francisco fue escoltado en automóvil hasta el Palacio de Belém, donde lo esperaba el Presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. Los dos Jefes de Estado se sentaron uno al lado del otro y marcaron la reunión oficial con una fotografía. 

Frente al Palacio de Belém, se oyen salvas disparadas por una fragata de la Armada en el río Tajo y el himno nacional portugués. La visita del Santo Padre fue recibida por una multitud de peregrinos y de portugueses, que aplaudieron y se emocionaron por su llegada. 

Dos peregrinos de Borgoña, Francia, fueron testigos de este momento, que relatan como "muy intenso". "No lo esperábamos, había mucha gente y pensamos que habíamos perdido la oportunidad de verlo". Para estos jóvenes, la Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023 no estaría completa sin la presencia del Papa: "Él es el símbolo de todo lo que vamos a vivir", añaden. 

La visita estuvo marcada por la firma del Libro de Honor, donde Francisco dejó un mensaje para Lisboa, que él llama la "ciudad del encuentro". Marcelo Rebelo de Sousa sonríe mientras lee el Libro de Honor, donde el Santo Padre, que se llama a sí mismo un "peregrino de esperanza en Portugal", dejó deseos de un camino "hacia horizontes de fraternidad". 

Más tarde esta mañana, el Papa Francisco tendrá un encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático.