Las reuniones de Rise Up unen dos continentes y celebran la unidad de la Iglesia
En la Parroquia de Nossa Senhora da Assunção, en Cascais, peregrinos de Sudáfrica y Filipinas se reunieron para el primero de los tres Encuentros Rise Up, que tendrán lugar entre el 2 y el 4 de agosto.
Los peregrinos llegaron entusiasmados, con grandes expectativas para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Lisboa 2023. Sabina Dimayuga, de Filipinas, dijo que la Misa de Apertura celebrada ayer, 1 de agosto, en Colina do Encontro, "fue un momento precioso, porque, aunque todos tenemos idiomas diferentes, estábamos todos unidos en oración durante la Misa, algo que yo no había experimentado antes y que no olvidaré".
Para Gladness Mashubuka, de Sudáfrica, la JMJ manifiesta el poder de Dios al reunir a jóvenes de todo el mundo para celebrar la fe. También destacó que momentos como éste le permiten conocer otras culturas y sus formas de hospitalidad. Para ella, los Días en las Diócesis (DND) que vivió en Braga expresaron el concepto sudafricano "Ubuntu", que significa que "una persona sólo es persona gracias a otras personas".
Con el tema "María se levantó y partió sin demora" (Lc 1, 39), el Encuentro comenzó con una dinámica "rompehielos", en la que los jóvenes salieron fuera de la iglesia y juntos cantaron y bailaron al ritmo sudafricano. Después, entraron en la iglesia, donde vivieron momentos de oración y convivencia.
Luis Antonio Tagle, cardenal filipino, fue el encargado de dirigir la catequesis. Comenzó recordando la JMJ de Manila 1995, que fue su primera Jornada y es, hasta hoy, la Jornada Mundial de la Juventud con mayor participación, reuniendo a unos cuatro millones de peregrinos.
Al final de la catequesis, se abrió un turno de preguntas. A la pregunta de si era feliz, el cardenal Luis Antonio Tagle respondió que "sí" y que "para ser felices, debemos recordar siempre que no somos los salvadores y redentores", porque "si actuamos así, quitamos a Jesús de su lugar y queremos ocupar su puesto". Para el filipino corriente, "la alegría no es sólo reír todo el tiempo, sino mantener el corazón ligero". El cardenal Luis Antonio Tagle dijo también que, en situaciones de conflicto, lo ideal es elegir lo que es realmente importante, para no perder la paz en lo que no compensa.
Para cerrar el Encuentro, Luis Antonio Tagle celebró la Santa Misa, junto con sacerdotes filipinos y sudafricanos.