La experiencia de la JMJ desde diferentes perspectivas
Durante la primera semana de agosto, todos los caminos y todas las miradas se centraron en Lisboa con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que reunió a jóvenes de todos los rincones del mundo en un encuentro de fe, unidad y fraternidad. Unidos por la JMJ, miles de peregrinos recorrieron distintos caminos para participar en el encuentro, que también se vivió desde distintas perspectivas.
Directamente desde el Santuario de Pontmain, en el noroeste de Francia, Ignace, un joven de Amiens, partió en bicicleta el 14 de julio con un grupo de cuatro amigos hacia la "ciudad de los sueños", adonde llegaron el 30 del mismo mes. Los jóvenes recorrieron entre 80 y 150 kilómetros diarios y pasaron por Fátima, enlazando los dos Santuarios. "Es estupendo encontrarse con gente de todo el mundo por la misma causa, ver al Papa y rezar juntos", destacó el joven, que explicó que "quería conocer gente a la vez que rezar". "Yendo en bicicleta hay este espíritu de peregrinación y encuentro", dijo. Según Ignace, lo más destacado de la experiencia es el contacto con las personas. "Lo que más me gusta es conocer gente, los españoles y portugueses son muy amables". "Lo más bonito fueron los encuentros que tuvimos: la sencillez. No nos pedían nada y la gente nos lo daba todo... teníamos 8 euros al día, pero no nos faltaba comida", reveló.
A pesar de las dificultades del camino, Ignace subrayó que "pedir ayuda y conocer gente es lo mejor de la vida". "No dudes en empezar así [...], porque la gente está encantada de ayudar", reconoció.
Gregosits Gabor, de 45 años, vivió la JMJ como voluntario por tercera vez. En el país de origen del traductor, Hungría, "sólo el 38% de la población es católica y entre el 7 y el 10% es practicante", y fue su abuelo quien le transmitió su fe en la Iglesia católica. Respecto a la JMJ Lisboa 2023, el voluntario destacó que ésta "ha sido una buena experiencia para conocer a jóvenes de diferentes continentes". "Me gustó la acogida de los portugueses y fue impresionante rezar el rosario todos los días", añadió.
Claudine, de Burundi, también fue voluntaria en la JMJ Lisboa 2023, pero para ella era la primera vez. "Jesús me sorprendió con mi participación en la JMJ... es la primera... Hace mucho tiempo que quería ir, pero nunca tenía tiempo ni medios para hacerlo", dijo. Para la voluntaria, lo que más le aportó la JMJ fue "el encuentro con personas diferentes, de culturas diferentes... es esta aventura humana que nos permite salir de nuestras costumbres e ir al encuentro de Jesús a través del encuentro con los demás". "Para mí, participar en la JMJ como voluntaria y no como peregrina es una forma de dar las gracias a Jesús", dijo Claudine.
Por último, el testimonio de alguien que desconocía que se iba a celebrar la JMJ hasta que el encuentro llenó las calles de Lisboa. Laurie y Olivier son una pareja de franceses que estaban de paso por la capital cuando fueron sorprendidos por la JMJ. "Como turistas franceses de vacaciones en Lisboa, nos 'tropezamos' con la JMJ. Estaba por todas partes, con tanta alegría, llenaban las calles, los transportes y los barrios de música y animación", explican. "Era increíble ver la cantidad de países
reunidos en este ambiente... ¡Qué bonito!", describe la pareja. Los dos recuerdan una noche de fiesta en compañía de peregrinos franceses a los que se unieron otros jóvenes de distintas nacionalidades. Lo que más recuerdan son "las canciones, la convivencia y el buen espíritu de todos".