Cristo ha resucitado, verdaderamente ha resucitado
“En Él, Señor del tiempo y de la historia, quisiera decirles a todos, con alegría en el corazón: ¡feliz Pascua!”, así comenzó el Santo Padre su mensaje de Pascua y su bendición "Urbi et Orbi". Dirigiéndose en particular a los pobres, a los ancianos y a todos los que atraviesan momentos de prueba y dificultad, Francisco subrayó que no estamos solos: “No estamos solos, Jesús, el Viviente, está con nosotros para siempre”.
El Papa Francisco recordó a los primeros testigos de la Resurrección que nos muestran que, “a partir de la Pascua, el camino de la humanidad, marcado por la esperanza, avanza veloz.” El Papa recordó, por ejemplo, el episodio en el que «las mujeres corrieron a dar la noticia a los discípulos» (Mt 28,8). Y, después que María Magdalena «corrió al encuentro de Simón Pedro» (Jn 20,2), Juan y el mismo Pedro “corrieron los dos juntos” (cf. v. 4) para llegar al lugar donde Jesús había sido sepultado.
En Pascua el andar se acelera y se vuelve una carrera, porque la humanidad ve la meta de su camino, el sentido de su destino, Jesucristo, y está llamada a ir de prisa hacia Él, esperanza del mundo.
Francisco dejó una invitación a todos a apresurarse, "también nosotros a crecer en un camino de confianza recíproca: confianza entre las personas, entre los pueblos y las naciones” y a continuar en "el encuentro del Bien que no defrauda.” Dejó la invitación a apresurarse "a superar los conflictos y las divisiones, y a abrir nuestros corazones a quien más lo necesita.” Recordando el conflicto en Ucrania, las divisiones en el Líbano, los problemas sociales y económicos del pueblo de Túnez, la crisis sociopolítica y humanitaria en Haití, la violencia en la República Democrática del Congo, las víctimas del terrorismo internacional, especialmente en Burkina Faso, Malí, Mozambique y Nigeria, el Santo Padre pidió que nos apresuremos " a recorrer senderos de paz y de fraternidad.”
Foto: ©Vatican Media
Partir sin demora resume la actitud plasmada por el Papa Francisco en sus instrucciones para la JMJ Lisboa 2023, como explicó monseñor Manuel Clemente en la 196ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Portuguesa: “Que sea activa y misionera la evangelización de los jóvenes, que asimismo reconocerán y serán testigos de la presencia de Cristo vivo”.